Fui una persona que curso por un trastorno depresivo, recibí tratamiento farmacológico y psicológico, para ser sincera, el segundo me gusto más. El primero creí no necesitarlo, pensaba que tal vez no me sentía tan mal pero si lo suficiente como para hablar con un profesional.
¿Qué se siente?
Un caos, sentía un caos constante dentro de mi persona, sentía que mi mente no era mi mente. Lidiar diaria y constantemente con todo eso generaba un caos a mi persona, jamás creí sentirme tan triste.
¿Qué pensabas?
Pensaba que mi vida iba en deterioro, la depresión te apaga de poco en poco y a veces a tu al rededor, con gran fortuna tuve a mi familia, el apoyo no fue al máximo, pero no le restaron importancia. Diariamente me sentía atada a la cama, levantarme era un reto enorme; antes de salirme de la preparatoria, dormía pensando que tenía que ir a dar mi peor cara a la escuela, me sentía aterrada de saber que mi madre me iría a despertar para preguntar si asistiría ala escuela y que mi respuesta fuese no.
No es una descripción detallada, algunas cosas aun se sienten pero mejoro cada día.
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